Esta semana ha tenido lugar en la capital un gran evento gastronómico, MadridFusión, que ha reunido a productores, hosteleros y cocineros de gran prestigio. Pero quiero destacar otro evento paralelo y vinculado, donde se rinde culto al mundo del vino y que tuvo lugar los mismos días y en el mismo sitio: EnoFusión.
EnoFusión es un punto de encuentro para amantes del vino, apasionados y profesionales con ganas de descubrir, aprender, compartir y hacer negocios. Un evento único donde además de conocer y catar vinos de infinidad de bodegas nacionales, se puede asistir a mesas redondas, charlas y catas especializadas. En esta ocasión tuve el placer de asistir a dos catas de lujo:
La Campanada de Château L'Angélus
La cata fue dirigida por la enóloga del Château Angélus - aunque también catamos vinos de otras dos bodegas del mismo grupo -. Vinos franceses de la región de Burdeos, elegantes y muy expresivos. En todos domina la variedad Merlot en coupage con Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc (esta última variedad les gusta mucho).
Un Pomerol fresco, afrutado y muy vivo, La fleur de Boüard 2011. Y cuatro Saint-Emilion de dos bodegas diferentes: Château Bellevue 2010 (Gran Cru), siendo 99% merlot tiene mucha fruta, frescura y mineralidad; y Cháteau Angélus 2007, 2006 y 2009 (Primer Gran Cru).
Château Angélus es una bodega histórica, con más de ocho generaciones a sus espaldas, donde cuidan la viña y la bodega con conocimiento y mimo para llegar a la excelencia. Definen sus vinos como vinos con alma, y lo son. Son vinos con mucho color, nariz franca, limpia, muy fina. Destaca el Cabernet Franc con sus aromas a cacao y tostados (variedad que dicen es muy masculina, por ser muy caprichosa ^_^ ). En boca son elegantes, suaves, con mucho equilibrio entre madera y fruta. El 2009 quizás es el más carnoso y goloso de todos. Todos poseen un tanino muy trabajado, muy dulce.
Lo característico de estos vinos y de casi todos los vinos franceses en general, es que son vinos preparados para soportar largas crianzas. Por ejemplo, en la bodega dicen que un Château Angélus 2004 puede aguantar perfectamente hasta el año 2025 (sobreentendiendo que el vino evoluciona constantemente y que con el paso del tiempo ganará o perderá virtudes).
* Uno de los temas curiosos que salieron a debatir, era el por qué deben sacarse las añadas a mercado por orden, en vez de en el momento óptimo del vino. Ojo, Ahí dejo algo en que pensar.
Os recomiendo que si tenéis oportunidad, probéis estos vinos. O cualquier vino francés!! Soy defensora de lo nacional, porque no tenemos nada que envidiar, pero pienso que sí hay cositas que aprender o simplemente disfrutar.
La segunda cata a la que asistí fue "Por los caminos del Tokaj", pero merece un post entero y exclusivo. Así que en mi próximo post hablaré sobre los vinos húngaros, sobre cómo se elabora el Tokaj, un vino naturalmente dulce con una elaboración peculiar. Vinos en general dulces pero nada empalagosos. A mí me encantan.
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Y me despido con dos momentazos de la feria. El primero fue cuando disfruté de una botella de Pago de Los Capellanes "Finca el Picón" junto a su propietario Paco Rodero y mi amigo Enrique Calduch, en el stand que la bodega tenía dentro de MadridFusión.
Y el segundo cuando me fui a cenar con el genio Fernando Remírez de Ganuza y amigos al restaurante navarro La manduca de Azagra. Toda una experiencia gastronómica, enológica (a cargo de la bodega de Fernando) y social. Conversaciones amenas, divertidas, serias. Sobremesas eternas. Estómagos llenos. Un placer.
Y el segundo cuando me fui a cenar con el genio Fernando Remírez de Ganuza y amigos al restaurante navarro La manduca de Azagra. Toda una experiencia gastronómica, enológica (a cargo de la bodega de Fernando) y social. Conversaciones amenas, divertidas, serias. Sobremesas eternas. Estómagos llenos. Un placer.
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