lunes, 24 de febrero de 2014

El flechazo

            Hoy me apetece hablar de cómo el mundo del vino me enamoró.

            Mucha gente me pregunta cómo acabé dedicándome al mundo del vino. Pues aquí lo voy a explicar. Aunque podría decirse que el mismo universo me iba guiando…


Estudié ingeniería agrónoma y como en todas las ingenierías, para acabar tienes que presentar un proyecto fin de carrera. En mi caso me apetecía hacer algo diferente y muy mío… Así que me inventé un título al que luego habría que darle cuerpo: “Estudio sobre el método de elaboración y la arquitectura en bodegas de la D.O.Ca. Rioja”. Y con mis nociones básicas del tema (un par de asignaturas en la carrera y mucha experiencia como consumidora) me puse manos a la obra.

¿Por qué Rioja y no Ribera, Priorato u otra Denominación de Origen? Pues porque sí. Siempre me gustó mucho el vino de Rioja y daba la casualidad de que me prestaban una casa en Haro (millones de gracias Lola), mi centro de operaciones y oportunamente capital del vino riojano.


             En esta foto os enseño la Plaza Mayor de Haro, desde la que sale en una esquina La Herradura (la famosa zona de bares para irse de vinos y pintxos) y donde acaba la famosa Batalla del Vino de Haro.


          Y en esta aparezco  demostrando mi dominio del porrón (parece fácil pero mi camiseta lo sufrió…) y lo bien que lo he pasado por esas tierras.


            Bueno, no os voy a contar todo el rollo de mi proyecto, pero sí que fueron los paisajes y sus colores, la gente que conocí, las bodegas y vinos que descubrí, el ambiente y la alegría, lo que hizo que me enganchara y supiera que ya estaba, que ya sabía lo que me hacía feliz.



          Visité muchas bodegas y me entrevisté con  mucha gente (gracias de nuevo!!). Todas las bodegas me resultaban interesantes ya fuera por su arquitectura o su forma o enfoque a la hora de elaborar sus vinos.

    No voy a hablar de todas puesto que quiero dedicar el tiempo que se merece a cada una de ellas en el futuro. Pero sí de dos muy distintas que me marcaron.

  Una de las bodegas que más me aportó fue López de Heredia-Viña Tondonia. Ellos son encantadores y la bodega fantástica; un monstruo (en el buen sentido siempre) clásico del siglo XIX donde elaboran vinos riquísimos (Viña Tondonia, Viña Cubillo, Viña Bosconia, Viña Gravonia). El toque moderno de la bodega lo puso la arquitecta Zaha Hadid al diseñar la boutique. Merece mucho la pena acercarse a visitarla. Es mi primera recomendación cuando alguien me pide consejo sobre bodegas de Rioja.


   La otra es la bodega Abel Mendoza Monge, más pequeña y reciente, donde se elaboran vinos modernos (“de autor”) siguiendo la propia filosofía del propietario. Recomiendo que si encontráis alguno de sus vinos (Jarrarte; Abel Mendoza) no dudéis en probarlos.


Y en fin, me gustó tanto tanto todo lo que vi que me enamoré. Y al poco después me especialicé, hice un máster en viticultura y enología. Y la máquina se puso en marcha... 

2 comentarios:

  1. I also love Rioja, the wines, the countryside and the tradition. Your story is really interesting, keep writing!

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  2. Thank you for reading, Vanessa! I'm totally in love with La Rioja, but I'll try and show you some other incredible places. See you around!!

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