Hoy retomo la unión del mundo de los cómics y el de los vinos, y quiero hablar de algo a lo que cada vez se da mayor importancia puesto que mucha gente se deja influir por la imagen a la hora de escoger un vino: las etiquetas.
Cada vez más bodegas renuevan su imagen, tanto arquitectónica (cambiando a edificios más modernos, mejorando las instalaciones...) como comercial. En este último tipo de imagen comercial incluyo el diseño de botellas y etiquetas. Es habitual encontrar botellas de diversos tamaños y formas - más o menos convencionales o arriesgadas - y sin hacer distinciones entre lo que antes era típico en vinos tintos o blancos. Ahora encontramos botellas de diferentes colores, saliendo de los típicos vidrios verdes o transparentes, y las etiquetas pasan de ser clásicas en blanco y negro a tener un estilo más moderno y colorido.
Con esto no digo ni mucho menos que sea necesario cambiar las etiquetas, ya que hay vinos a los que si las modificáramos perderían parte de su identidad, y que además no lo necesitan puesto que ya tienen su hueco grande y fijo en el mercado. A veces basta con hacer algunos retoques a su imagen sin cambios drásticos (cambiar el tamaño, blanquear los antiguos típicos beige o hueso o modificar la tipografía).
Hace un tiempo descubrí un vino, "La Mujer Cañón". Lo primero que me llamó la atención fue su etiqueta, un dibujo de una mujer voluptuosa, guapa, como volando. Aunque busqué bien por toda la etiqueta y contraetiqueta, no encontré por ningún lado el nombre o firma del autor, ¿por qué? El tema es que ya me ha pasado varias veces con etiquetas preciosas de botellas de vino, aceite, etc., que me han gustado y parece que no tienen autor. Chicos!!! Espabilad y exigir el reconocimiento.
Fue bastante tiempo después, cuando curioseando el portfolio de un autor de cómics que me gusta mucho, descubro que fue él el autor de aquella etiqueta. Hablo de Jordi Lafebre.
Parece ser que Quim Vila, propietario de la empresa barcelonesa Vila Viniteca (una de las distribuidoras de vinos y destilados más importantes de Europa, con sedes en Madrid y Barcelona), contactó con él para colaborar en uno de sus proyectos para Uvas Felices. Se trataba de los dos vinos que para Uvas Felices elabora la bodega madrileña Comando G (Comando G = Comando Garnacha), "La Mujer Cañón" y "El Hombre Bala", para los que Lafebre fue el encargado de diseñar las etiquetas.
Ambos vinos están elaborados en Cadalso de los Vidrios con garnachas viejas de la Sierra de Gredos (en el caso de La Mujer Cañón los viñedos son propios de la bodega Comando G, de entre 50 y 90 años de edad), que tras largas maceraciones y fermentación en barricas y tinos de madera, pasan un tiempo de crianza en barricas de roble francés. En general son vinos golosos, finos y muy elegantes, que pertenecen a la D.O. Madrid. Recomiendo sin duda probarlos, y aprovechar que cada vez en más bares y restaurantes de Madrid los tienen.
Y ahora quiero hablaros de Jordi Lafebre ^_^ Nacido en Barcelona, lleva desde 1998 trabajando en este mundillo. Historietista, ilustrador y diseñador gráfico, ha publicado en Bélgica, Francia y España. Y a mi me encanta su primera obra larga Lydie.
Publicada en Francia por Dargaud (2010) y en España por Norma Editorial (2013) con guión del belga Zidrou, este cómic cuenta la historia de la pequeña Lydie que murió al nacer pero su madre - Camille - sigue pensando que vive. Cuenta cómo tanto su padre como la gente del barrio en el que vive Camille le ayudan a creer su propia realidad, fingiendo que ven a la niña (que por cierto, va creciendo con el tiempo). Y ya he contado bastante.
Tratan un tema delicado con gran sensibilidad, y nos muestran la felicidad que puede dar un tierno "engaño".
Este precioso cómic está en mi lista de lecturas obligadas y recomendaciones habituales. Así que si estáis pensando en hacer algún regalo ya sabéis. Hasta a la gente que nunca lee cómics estoy segura que le gustará.
Y me despido con la dedicatoria que me hizo el pasado Expocómic en Madrid (diciembre 2013).
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